domingo, 8 de julio de 2012

QUÉ SABES DE EPIGÉNETICA: ¡¡cómo podemos influir sobre nuestros genes y ganar en calidad de vida!!!



Os preguntareis que hace un blog de dietética hablando de epigenética, concepto nuevo para muchos. Pues veremos cómo con hábitos saludables y dieta adecuada podemos influir sobre nuestra genética: acallar a esos genes que no nos aportan nada bueno y favorecer lo  que si tienen algo bueno que decir, y además, poder transmitirla a nuestros hijos.

La Epigenética es una disciplina que estudia los cambios heredables que no dependen de la secuencia base del ADN. Los cromosomas no lo podemos cambiar pero podemos alterar su comportamiento.

Empecemos por el principio. 

En el ADN es donde reside la información genética de un ser vivo. Utiliza un lenguaje basado en 4 letras ­­­–A, C, D y T– que se combinan a su vez en palabras de tres letras para dar lugar a las proteínas, que son las moléculas que dotan de estructuras y funciones especificas a los organismos. Pero si todas las células contienen la misma información, el mismo ADN, ¿cómo la célula de la piel es distinta a una neurona, o una célula sanguinea? Es debido a que cada ADN tiene un envoltorio bioquímico, como un papel de regalo y permite abrir (expresar) o cerrar (silenciar) los genes.

Ponemos un ejemplo 

Vamos a comparar los genes, el cuerpo y el entorno con una reunión de comunidad de vecinos. En el estrado siempre estarán los tipos ruidosos, protestones y amantes de llamar la atención, mientras el resto de vecinos permanecen silenciosos, observando y esperando.

Cada uno de nosotros tiene un enorme repertorio de posibles respuestas codificadas en su herencia genética. Nuestro objetivo es dar la palabra  a algunas partes de esta herencia mientras pedimos  a otras que se queden sentadas y en silencio en el fondo de la sala. Por ejemplo, nosotros tenemos unos genes “ahorrativos” que se encargan de favorecer la acumulación de grasa para cuando llegue una hambruna. Pero si esa hambruna no va a llegar nunca, el efecto de esos genes es hacernos engordar y predisponernos a una diabetes. De manera que deberíamos acallar a esos genes inapropiados y la mejor estrategia para ello es que hablen los apropiados, que serían la dieta y el ejercicio. Una dieta rica en hidratos de carbono y azucares siempre invitan a estos genes ahorradores a hablar tan alto que no dejan que hablen ningunos, sin embargo una dieta rica en proteínas mejoraría la eficacia de la insulina  y los genes ahorrativos darían un paso atrás  

Otra presencia clave en esta reunión de vecinos seria el entorno. Dependiendo  de él los genes responderán de forma diferente. Así, en un entorno soleado, una persona con la piel blanca pondrá en marcha los genes productores de melanina, que son los que se acercan al micrófono y toman la palabra produciendo el bronceado que nos protege del sol. Por supuesto no siempre el entorno es el adecuado. Por ejemplo, no todos tienen estos genes productores de melanina. Hay quien raramente se broncea y por tanto se quema, y quien por naturaleza siempre tiene la piel oscura, o sea, que tiene a  estos genes siempre hablando. De modo que en esta reunión de vecinos no puede hacerse cualquier cosa que se desee. Pero a menudo se goza de bastante flexibilidad.

Para protegernos de las amenazas del entorno, nuestros genes pueden elegir con frecuencia entre hacerse oír o quedarse callados.

Los procesos de ajustes del volumen de nuestros genes: las modificaciones químicas en el ADN

La estructura de un gen puede ser modificada sin que se altere su secuencia base. Esto explica cómo individuos con idéntico material genético, como es el caso de hermanos gemelos, son diferentes en algunas cosas, o por qué una mujer con una mutación con elevado riesgo de cáncer de mama tiene la enfermadad a los 35 años y otra no lo desarrolla hasta los 70 años. Los procesos químicos que modifican la estructura de un gen sin alterar su secuencia base son la metilación y la acetilación de las histonas.

Con la metilacion, mediante la cual un grupo metilo se une a una de las cadenas de ADN, se apaga la expresión  de un gen, pues la célula ya no puede leer la parte de ADN a la que se ha unido el grupo metilo. Así uno o más genes han sido silenciados. Esto es un proceso dinámico; no deja de ocurrir en ningún momento.

El otro posible proceso es el de la acetilación de las histonas. Las histonas son moléculas en forma de bobina que hacen que el ADN se enrolle en espirales y, cuando está así enrollado, el ADN no se puede leer, no puede hablar. El ADN se desenrollará cuando se colocan grupos acetilos en las histonas, y así habla. Este proceso lo controlan dos enzimas: una lo desenrolla y otra lo enrolla. Los niveles de estas enzimas se ven afectados por su experiencia prenatal, entorno, dieta y estilo de vida


Un ejemplo muy aclaratorio de los efectos de la epigenética dependientes de la nutrición, es el de las abejas y la jalea real. En las abejas, la producción de abejas reinas depende casi exclusivamente de la alimentación de las larvas. Las larvas que se alimentan de jalea real, que contiene altas concentraciones de proteínas y secreciones de las glándulas salivales de las abejas obreras, durante todo su desarrollo, serán abejas reinas con ovarios funcionales, mayor tamaño y viven más tiempo. Por el contrario, las larvas que son alimentadas con jalea real por cortos períodos de tiempo se convertirán en obreras sin ovarios funcionales. El consumo de jalea real retrasa la metamorfosis, debido a la alteración en los niveles de metilacion, por lo que la regulación epigenetica es un componente clave para controlar la división social de las abejas.


Resumiendo

Espero que con estas breves nociones de epigenética nos demos cuenta de la importancia que tiene el entorno, la dieta y el estilo de vida para llevar una vida saludable, alargar nuestra vida y nuestra vitalidad. La malnutrición no esta relacionada exclusivamente con la falta de alimento, sino con una pobre incorporación de nutrientes. Muchas personas con obesidad no están bien nutridas, puesto que no saben cuales son los nutrientes esenciales que necesita el organismo y cómo suministrarlos. Las frutas, verduras y otros alimentos naturales contienen componentes bioactivos que pueden ayudarnos a sanar nuestros genes y mejorar nuestra información genética para nosotros y para las generaciones futuras, En definitiva, ¡ganar en calidad de vida!




2 comentarios:

  1. ¡Enhorabuena por el blog! Es instructivo y ameno, y presenta de forma clara y sencilla conceptos bastante complejos. Me acabo de hacer fan

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  2. Muchas gracias, Miriam!. Comentarios como el tuyo me animan a seguir escribiendo y compartiendo los conocimientos adquiridos a lo largo de estos años.

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