lunes, 26 de marzo de 2012

EL PODER DE LAS EMOCIONES: un laboratorio dentro de nosotros (1ª parte)


En esta entrada, no voy a escribir de las propiedades de ninguna molécula, ni complemento, ni sustancia alguna que al ingerirla sea beneficiosa para la salud. Esta vez, la vamos a fabricar nosotros desde nuestro organismo con nuestra aptitud en la vida, con el sólo hecho de pensar en positivo. La mente o la actividad del cerebro, es lo primero que tiene el cuerpo para defenderse de la enfermedad, retrasar el envejecimiento y la muerte y, en definitiva, para llevar una vida satisfactoria y saludable. 
Como este tema es muy denso, lo voy a dividir en varias entradas.

Antes de continuar con la fisiología que desencadenamos con el pensamiento positivo, vamos a ver algo de su psicología.

Hasta hace poco, la psicología moderna ha estado preocupada por la curación, y ha tenido sus victorias: se ha convertido en una ciencia de la enfermedad mental, describiendo bastantes trastornos mentales (ansiedad, depresión stress..), y ello, mejorados con intervenciones psicológicas y farmacológicas. Pero, tristemente, la psicología perdió sus vínculos con sus aspectos positivos: el conocimiento de lo que hace a la vida merecedora de vivirse, lo que la hace más plena, más digna de disfrutarse y más productiva.  
Pero hoy, las teorías psicológicas principales han cambiado para fomentar la investigación de la capacidad y la responsabilidad, considerando al individuo como un ser activo: que toma decisiones, con preferencias, con posibilidad de llegar a sentir control, sentirse eficaces, o en las situaciones adversas; indefensos y desesperanzados. Y con esto se llega a una ciencia que nos informe de las virtudes humanas, capaz de medir, comprender y desarrollar las potencialidades humanas y las virtudes cívicas personales. 

Las investigaciones sobre estos aspectos, la psicología  positiva, tendrá la posibilidad de prevenir las enfermedades mentales graves, puesto que hay una seria de características positivas humanas, que muy probablemente protegen contra la enfermedad mental y la física: la valentía, el optimismo, las habilidades interpersonales, el trabajo, la ética, la esperanza, la responsabilidad, la honestidad o la perseverancia por nombrar sólo unas cuantas. Pero también, esta psicología positiva, tendrá la posibilidad de poder comprender científicamente como desarrollar capacidades y virtudes cívicas personales y cómo alcanzar lo mejor de la vida. 

Los aspectos de la psicología positiva que nos interesa por su proyección sobre la salud son: 
el optimismo y las emociones positivas

El Optimismolo podemos definir como la tendencia a esperar que el futuro depare resultados favorables, pero ello, no es sólo un requisito indispensable para la supervivencia, sino una de las mejores armas para adaptarnos al medio y transformarlo. 
Las repercusiones positivas del optimismo en los distintos ámbitos, como el laboral, personal, y el que nos interesa, todo lo relacionado con la salud física y mental, están muy estudiados y documentados, como veremos más adelante.

Las emociones positivas, son aquellas que se perciben como algo agradable, la valoramos como "bueno", la conducta se evalúa de forma favorable y las consecuencias de la emoción son beneficiosas. Indudablemente el núcleo de estas emociones son subjetivas, según la percepción de cada individuo. Lo que si nos tienen que llevar es a un bienestar psicológico. Sentir que uno va progresando hacia sus propias metas produce una satisfacción más intima que el mero placer, y crea sentimientos de integridad, congruencia y vitalidad. En el extremo opuesto se encontraría las sensaciones de indefensión con la vida, falta de rumbo.

Los efectos de las emociones positivas. Estas emociones influyen notablemente sobre los procesos del pensamiento y, los que más destacamos son: uno tiende a ser más benevolente, con uno mismo y con los demás; pensamientos más flexibles, menos rígidos; tiende a ser más creativo; tarda menos en tomar decisiones; comportamientos más solidarios,compasivos, generosos; y un mejor estado de salud, tanto en respuesta del sistema inmune como en longevidad.


En la próxima entrada veremos, los beneficios de las emociones positivas y sus mecanismos fisiológico. Todos tenemos un potencial bioquímico para crear salud, si cambiamos nuestros pensamiento podemos cambiar nuestro cerebro y, así influimos en nuestra bioquímica.


1 comentario:

  1. Bienvenida a la blogosfera. Me lo voy a leer de la A a la Z :)
    Un besote

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